Hidráulica
Es un poco esto la vida:
ponerse a pensar de pronto si la cantidad de lluvia que se precipita sobre la ciudad gris, que en estos momentos se ve aún más gris, velada por el manto de agua, provocará el desborde de las alcantarillas y la consiguiente inundación de las calles y aceras circundantes. Mientras, él sostiene dos paraguas con su mano izquierda y su nieta de seis años intenta reposar la fiebre sobre el regazo.
A lo lejos, empiezan a flotar los tarros de jugos y varios cadáveres de insectos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Y la mecánica, querido C, cómo le hacemos pa querer arreglar esto?
Me gusta mucho la manera tristona de ver llover en tus citas al hospital. Un besote.
Publicar un comentario