20060925

IMAGO MUNDI

Hoy dibujé un castillo con formas geométricas de tiza. El viejo pizarrón quiso ser el escenario de un cuento medieval. Por una ventana se asoma el prícipe Ernesto oteando el horizonte para ver toda la extensión de sus tierras. Entre tanto, Valentina, la princesa teje sus sueños con una urdimbre de oropel. Yo con las manos llenas de polvo mientras esbozo la recámara principesca. Tres caballos pastan en las afueras se la fortaleza y un dragón con cuerpo de ese y dientes de serrucho los mira con desgano porque solo come vegetales. Recuerdo que debo comprar comida para los gatos. Luego dibujo una montaña con una cascada. La borro. Dibujo una montaña con una cueva y delante una cascada. Las cuevas grandes son madrigueras de dragón. Afuera del verde de la pizarra el mundo sigue siendo de bloques de concreto y cortinas de marquiset barato. Hace frío. Hago un caballero rectangular con un cuadrado en la cabeza que los niños que miran asumen como un yelmo de hierro, de esos que llevaban penachos de plumas y debían provocar un bochorno insoportable. Repentinamente el soldado se sale con su pesada armadura para intimidar a un alumno que le dice apodos a su compañera de al lado. Después entra y me hace un guiño cómplice con su ojo de tiza. Construyo árboles alrededor del foso con polvosas líneas onduladas y luego me descreo: ¿cómo puede una línea burda tomar el lugar de un árbol? Valentina ve al dragón desde una ventana de marco tallado en alabastro. Se asusta un poco. Luego piensa si se acostumbraría a la obscuridad de la caverna.

20060920

El Arenal te vigila. Es un fantasma grande y taimado que apenas se deja ver bajo la mancha de agua. Le he encargado vigilar tus sueños por estos días en que mis pies no cobijan los tuyos.
La Cabanga. La cabanga es una palabra que me recuerda los cuentos maravillosos de Carlos Salazar Herrera.Es una palabra sonora como canción de yiguirro, y triste, muy triste como ese aguacero que te nubla los ojos. Esa palabra que es un eco lapidario en esta casa que te espera.

20060913

A veces encontrarnos a nosotros mismos no es fácil. pasamos mucho tiempo escondidos detrás del disfraz que nos ponemos para ir a trabajar, para asistir a una entrevista o una reunión de examigos (sí de los que no vemos desde el colegio y de los que no recordamos ni el nombre y nos ruborizamos cuando esa persona nos llama por el nuestro después de 20 años), o incluso del que nos ponemos cuando nos miramos en un espejo. Es difícil ser siempre nosotros mismos, quizás sea de hecho imposible y sólo pasamos de un rol a otro como si fuésemos actores o actrices que trabajamos en varios montajes al mismo tiempo. ¿qué es ser yo mismo en un mundo que crea categorías y clasificaciones?, dos puntos: los feos, los bellos, los flacos, los gordos, los sabios, los tontos, los ricos, los pobres, los locos, los cuerdos, los in, los out, lo blanco, lo negro, lo uno, lo otro, tu madre, la tuya...muchos bandos y poco espacio para la autodeterminación y para solidaridad, ¿por qué diantres siempre debemos estar en un bando o el otro, siempre poniendo la cara para quedar bien con alguien que también pone la cara para quedar bien con alguien que también pone la cara...
Hay que seguir buscando, es como dicen por ahí, lograr la unidad en la diversidad, ser yo mismo para comprender a los otros.