20070218

Un hombre maduro corre con ropa deportiva y zapatos tenis sobre la avenida principal de San Pedro. Pero además lleva en la cabeza un penacho al estilo de los jefes apaches, en la mano derecha transporta un arco y flechas de plástico,tiene pintas rojas, azules y blancas en cada mejilla. Pero el verdadero golpe de efecto es una muñeca de grandes trenzas negras vestida con gamuza y mocasines que lleva atada a la espalda.
El hombre corre y a su paso saluda con la mano izquierda a los transeúntes que pasan, a los choferes, a los pasajeros de los autobuses.
Dos hombres jóvenes que van unos asientos detrás de mí, de pronto lo ven pasar y dicen: "ese mae está loco". Yo ya lo había visto y mientras los hombres hacían el comentario pensaba en lo original y desinhibida que era la actitud del tipo. Luego pensé si de veras estaría loco el hombre. Le miré el rostro, me pareció despreocupado y sereno. Volvió a verme y me saludó con una suave sonrisa.
Siguió corriendo. Yo sigo pensando en mi asiento con ganas de leer a Michel Foucault.

Tengo mucha hambre. Abro el televisor:
Adentro hay bulbos, cables
y unas placas de circuitos integrados
que tienen apariencia de galletas sodas fosilizadas.
Hay una calma ominosa
y solo alcanzo a oir los gritos de mi panza
reverberando en las paredes del presidio.
Encuentro una puerta, afuera está
el desierto y sobre él se extiende una
ligera/suave/tersa/dulce escarcha de muerte.

20070208

Boceto de Chagall

Te veo acercarte por la ventana de marco despintado,
tus alas azules revolotean suavemente,
golpeando el aire apenas.
La luna viene detrás de vos,
jugando a empolvarte.
De este lado de la ventana aún está oscuro,
pero ya venís y los jarrones otra vez
están floreciendo.