20081005

Urbanidad

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Un hombre se sienta en el poyo húmedo junto con su saco de gangoche y su perro canelo de raza indefinida. Siete de la mañana. Él saca su peine de la bolsa de atrás del pantalón que fue negro y con precisión de estilista, acicala al compañero empezando por esponjarle la cola. Paso, me saludan y les devuelvo la cortesía. Los robles sabana aun no tienen flor, pero por un instante, el Morazán resplandece.

20080824

Repetición

La ola revienta su canción sobre mi cuerpo,

por un instante me lleno de estrellas.
Luego otra vez la ola
bajo el cielo negro
en el que no se ven los pájaros.

20080719

Dominó

Viajo en bicicleta por un mundo insomne que viene de debajo de la casa,donde se guardan los esqueletos y un desorden de maderas viejas. La bici cree saber la ruta y mis pies la dejan irse. El sol le disipa los bordes al camino, a las casas, a las aves, a los sombreros, a los postes, a los perros
y a los pulpos que se comen los perros. Freno hacia atrás para no irme de bruces justo donde la quebrada y el mar se conocen. Abajo, los huesos recuerdan quienes eran antes de ser consumidos. Arriba, la gente sigue haciendo lo que aquí mejor se sabe: sacarle suertes a la espera.

20080705

Paralelo 9

La guitarra va tatuando canciones con precisión
de cirujano en la superficie de los atrapados
bajo las luces de un norte incipiente.
Toda la piel es oído, fidelidad de carne viva
penetrada por el bossanova implacable y terso.
Sabemos todos los de ahí dentro que el destino
como en un western antiguo terminará por alcanzarnos,
pero por ahora no se le ven las piernas.
El piano martilla en portugués y todos
creemos entenderle: nos canta un réquiem
en cadencia tropical bajo las luces de cáncer.
Los ojos tuyos: llamas de vela.

20080511

Imagen

Hablás y los ecos se convierten en palabras.
Porque son ecos, fantasmas
filológicos que no existen de veras
hasta que decís:
dolor, amor, clamor, verdor, vos.
La palabra es el mito de nuestro siglo.
Viene vestida de sangre y de agua que desvanece.
Se proyecta la palabra en el espacio
y la luna se hace astro, camisa de plata,
recipiente de los sueños perdidos,
el más eco de los ecos.
El eco es la verdad de tu vestido,
vestido de fantasmas.

Poderes


En la brisa vuelan vidrios rotos

que me abren tajos en las mejillas.

La tempestad se acerca

con la misma desinencia que la soledad.

Y muerde-muerde con los mismos

dientes de un predador extinto

el monte, las casas viejas, las casas débiles,

los animales presos de los hombres,

los hombres presos del dolor,

los niños presos del destino.

En la torre de cristal,

encima de las nubes,

la tempestad se ve como

un lejano recuerdo del subdesarrollo

que vuela,

vuela con los pájaros y los perros

y se lleva tu sangre lejos.

20080410



















Lección de botánica


De las hojas solo queda la impronta que vuela suavemente sobre el obelisco de la memoria. Una flor rosa o su fantasma son una imagen póstuma en la retina, no hay lugares sin aire, por lo menos no aquí cerca y un torbellino de avispas insiste en volver funesta la bucólica a lo Poussin. Los niños juegan a pasarse de un lado a otro por debajo de la cerca sin sospechar lo aciaga que puede ser una frontera, los niños van, unos recogen las flores del roble sabana, otros las pisan.

20080211

Empanada chilena

No debí escuchar a mi papá,
pero no hablamos mucho de esto, ¿verdad?

Afuera los dos meseros aguardan
con copas de champaña,
ubicados entre los comensales
de las mesas en terraza.

Disculpa.

Ellos se miran como si sus ojos
al mismo tiempo estuviesen
enmarcados entre corazones,
como si el dentífrico fuese la panacea.

Esa pelea es mía.
Ya me lo dijiste.

Cae la tarde sobre el café,
se nota por las rendijas doradas
que bailan entre sombras encima
de las marquesinas y los toldos.

Recordaré mucho estas pláticas
antes de los grandes eventos.

Un mesero se va,
al otro,
una mancha de sol le asalta la frente
antes de morir.
Behemot
La larga columna de un animal imaginario
separa el camino del montazal.
Busco el fulgor de sus ojos antediluvianos
entre los reflejos de la calle húmeda.
Un miedo dulce me recorre el espinazo.

20080124

Death Metal

La voz pálida tras las migajas de pan.

Los ojos quietos, observando la lánguida muerte

de las chapas estrujadas por vehículos pesados.

La lámpara, la lámpara siempre insolando el dormir

frágil de las palomas.

El perro con el lomo tenso detrás de la puerta blanca.

La voz se hace chiquita mientras se alejan todos.

Los pies dejando trazos de cuchillas sobre la calle ausente.



El amor en tiempos del sida

20080109

Ascenso.

A lo mejor desconozco la manera de llegar hasta vos desde aquí , del otro lado. Desde donde el eco cubre todos los valles y todas las lámparas y todas las obscenas soledades. Los fuegos artificiales tratan inútilmente de impresionarme en esta noche sin luna. Y vos soñando misterios bajo la niebla amarilla que se come la ciudad.