20080124

Death Metal

La voz pálida tras las migajas de pan.

Los ojos quietos, observando la lánguida muerte

de las chapas estrujadas por vehículos pesados.

La lámpara, la lámpara siempre insolando el dormir

frágil de las palomas.

El perro con el lomo tenso detrás de la puerta blanca.

La voz se hace chiquita mientras se alejan todos.

Los pies dejando trazos de cuchillas sobre la calle ausente.

2 comentarios:

Silvia Piranesi dijo...

ijole..., estás todo oscurillo caaz, jeje.

saludos próximos

Anónimo dijo...

y diay?????? se me paró el espinazo C!!! beso destemplado!